viernes, 15 de abril de 2011

LA VOZ DEL PERÚ PROFUNDO

EN UNA CONTIENDA ELECTORAL HISTÓRICA Y SIN PRECEDENTES, OLLANTA HUMALA Y KEIKO FUJIMORI SERÁN QUIENES SE DISPUTEN EN UNA SEGUNDA VUELTA LA PRESIDENCIA DE UN PAÍS TAN IMPREDECIBLE POLÍTICAMENTE COMO EL PERÚ. LOS RESULTADOS REFLEJAN UNA PROTESTA SOCIAL DE LOS SECTORES MÁS POPULARES, QUIENES SE VOLCARON A LAS URNAS PARA HACER ESCUCHAR UNA VOZ QUE FUE OLVIDADA POR LOS DOS ÚLTIMOS GOBIERNOS, QUE LO ÚNICO QUE LOGRARON FUE ABRIR MÁS LAS BRECHAS SOCIALES.

Las cifras obtenidas por Humala y Fujimori son una muestra clara del obligado reajuste que se debe hacer al modelo aplicado en la última década, porque si bien es cierto que el Perú creció de forma sostenida, ese crecimiento económico no lo sintieron los millones de peruanos que viven en extrema pobreza, donde los niños mueren por desnutrición infantil y no tienen acceso a agua potable ni electricidad.

La realidad del Perú profundo no se encuentra en los distritos exclusivos de Lima ni en las redes sociales. Las entrañas sociales del Perú se descubren en sus provincias, en las zonas rurales y la periferia urbana. No se puede vislumbrar el futuro del Perú desde un escritorio, porque para sentir los nervios de su presente hace falta viajar al interior del país y ver lo que ocurre por ejemplo en Huancavelica y Puno.

La segunda vuelta entre Humala y Fujimori es una nueva contienda en la que tendrán que saber dirigirse y convencer a los millones de electores que jamás votarían por ninguno de los dos, pues ambos tienen un fuerte voto en contra.

Fujimori deberá demostrar que no heredará las repudiables prácticas en las que incurrió su padre y que no repetirá la corrupción endémica de las instituciones ni las violaciones de derechos humanos. La ventaja de Keiko Fujimori es que plantea una economía de mercado con inclusión social, el respeto a los tratados de libre comercio y un fomento de las inversiones que beneficie a los más necesitados. El voto de Fujimori es una expresión de gratitud a los dos principales logros del gobierno de su padre: la erradicación del terrorismo y las obras sociales en zonas rurales. Apoyo social que deberá superar el asistencialismo y convertirse en una política de autocrecimiento sostenido para los más pobres. Fue la única candidata que mostró decencia en su discurso y no cayó en los insultos de sus adversarios.

Ollanta Humala deberá demostrar que no es discípulo de Hugo Chávez ni un súbdito de los intereses del Brasil, que no estatizará la economía ni reformará la Constitución para enquistarse en el poder. Recordemos que fue él quien apoyo un golpe contra el gobierno de Toledo. Conviene también que Humala aclare sus propuestas de reforma fiscal y tributaria. Hay muchas propuestas de corte populista que lanzó hace poco y tiene el debe de explicarnos cómo hará para financiar sus promesas sin que ponga en riesgo la estabilidad económica del país. Las últimas semanas los peruanos percibimos enormes incoherencias entre el lenguaje moderado que expresaba en su discurso político y las reformas retrógradas que proponía en su plan de gobierno.

Quienes no votaron por Humala y Fujimori deben respetar a quienes sí lo hicieron porque es una expresión legítima de aquellos peruanos que no se sienten representados por el Estado, es una suerte de volcán político a través del cual erupcionan todas las demandas sociales de los sectores populares.

El Perú profundo ha levantado su voz de protesta para que se realicen cambios, los cuales deben darse en un contexto de respeto a la democracia, sin que eso implique un retroceso al pasado.

Ollanta Humala y Keiko Fujimori serán los encargados de disolver las dudas razonables que generan. Titánica tarea que les queda a partir de ahora. Cualquiera de los dos puede ser el próximo presidente del Perú.■



Extractos del artículo «Giro político en el Perú», escrito por ©CARLOS ALBERTO ROSALES PURIZACA, publicado en diario El Tiempo el 13-04-2011.
Edición de Texto: Francisco Córdova Sánchez

lunes, 11 de abril de 2011

YURI GAGARIN: 50 años de la conquista del espacio

HACE YA MEDIO SIGLO QUE YURI GAGARIN VIAJÓ AL ESPACIO. EL 12 DE ABRIL DE 1961 SE CONVIRTIÓ EN EL PRIMER HOMBRE QUE SE ACERCÓ UN POCO MÁS A LAS ESTRELLAS. EN UNA PEQUEÑA CÁPSULA DE ALGO MÁS DE DOS METROS DE DIÁMETRO, LA VOSTOK I, LLEGÓ A DAR UNA ÚNICA CIRCUNVALACIÓN A LA TIERRA A 28.000 KM/H. LA ODISEA DURÓ 108 MINUTOS Y PENSÓ, SOBRE TODO, EN SU MADRE Y EN CÓMO REACCIONARÍA AL CONOCER LA NOTICIA, QUE FUE SECRETA HASTA SU ATERRIZAJE EN SUELO SOVIÉTICO.

El simpático y menudo teniente (1,69 mt.) fue ascendido a coronel y elevado a la categoría de héroe nacional. Descrito como el primer "ciudadano del mundo", Gagarin fue recibido por igual en el capitalista Estados Unidos y la socialista Francia; fue abrazado por Fidel Castro y presentado a la reina Isabel II.

Pese a todo, pocos son los detalles que se conocen de los primeros años de Gagarin, sobre todo los de su infancia en un área rural, eclipsada por la Segunda Guerra Mundial. Gagarin nació en el pequeño pueblo de Klushino, rodeado de extensos campos, a unos 200 kilómetros de Moscú. La familia vivió aquí desde 1933 hasta 1945. Su padre era carpintero y su madre, lechera. A principios de 1946, cuando el futuro cosmonauta tenía 13 años, la familia se trasladó a Gzhatsk.



Allí Elena Kozlova le enseñó botánica a Gagarin. "No era su asignatura favorita, pero se la tomó tan en serio como la física y la matemática, sus preferidas", comenta su ex maestra, hoy de 91 años. A Gagarin le gustaba hacer bromas, añade, pero siempre lograba que le perdonaran sus travesuras. "Nadie era capaz de resistir su sonrisa. Y le gustaba mucho a las chicas".

Kozlova explica que fue en sexto grado cuando Yuri ingreso a un club de una escuela de aviación y comenzó a soñar con volar. Aunque su primer trabajo fue como fundidor, consiguió matricularse en el Colegio Técnico de Saratov, donde aprendió a pilotar un avión ligero.

En 1955, Yuri Gagarin entró en la Escuela de Pilotos de Oremburgo y, al graduarse, ingresó a la Fuerza Aérea Soviética como teniente. Era en el grupo de los mejores pilotos que se seleccionaba a los potenciales cosmonautas.

Yuri Gagarin tenía apenas 27 años cuando despegó en el primer vuelo espacial tripulado. "Fue un día muy importante para todos", recuerda Kozlova, su maestra. "Cerraron la escuela durante tres días; hubo celebraciones en todas partes".

El grito espontáneo de "¡payéjali!" (¡vamos allá!) que profirió Gagarin acurrucado en la cápsula Vostok durante la ignición del cohete, a las 9.07 (hora de Moscú), quedó para siempre vinculado en la cultura popular rusa como expresión de autoconfianza y arrojo ante retos imposibles.

“Aún hoy en día, no sé si yo soy el ‘primer hombre’ o el ‘último perro’ en volar al espacio”, dijo Yuri Gagarin, poco después de su viaje en 1961. No había sido entrenado para soportar las presiones de la masa. Cuando se sintió oprimido por el gentío exclamó: "El vuelo cósmico no me ha matado, pero ahora temo morir apastado por vosotros".

Pero pagó un precio alto por la fama. Moscú le prohibió cualquier actividad peligrosa que le pudiera costar la vida. Jamás volvió al espacio y no recuperó su licencia de piloto hasta 1968. El 27 de marzo de ese año se estrelló en el Mig-15 que pilotaba junto a un instructor. Se multiplicaron las hipótesis sobre el accidente, incluidas la de un supuesto complot de la KGB para acabar con esta leyenda con aspiraciones políticas. Pero la más verosímil parece ser la trágica combinación de falta de experiencia de Gagarin y el mal tiempo. Sus restos descansan en el muro del Kremlin.■


Ver también:

El pueblo olvidado de Yuri Gagarin
50 aniversario de la conquista espacial
Medio siglo de la hazaña de Yuri Gagarin

Edición de Texto: Francisco Córdova Sánchez

viernes, 8 de abril de 2011

LA IRRACIONAL LEY SECA

UNA DE LAS PREMISAS RELEVANTES QUE SE EMPLEA EN EL DERECHO ES QUE LA LEY NO PUEDE FORMULARSE DE ESPALDAS A LA REALIDAD. LA LEY NO CREA LAS ESENCIAS, SINO QUE PARTEN DE ELLAS PARA ESTABLECER LOS MANDATOS, PROHIBICIONES O PERMISIONES JUSTAS. LA LEY ELECTORAL NIEGA ESTA PREMISA JURÍDICA CUANDO PROHÍBE EL EXPENDIO DE BEBIDAS ALCOHÓLICAS DESDE 48 HORAS ANTES DEL DÍA DE LAS ELECCIONES HASTA LAS 12 HORAS DEL DÍA SIGUIENTE.

Si nos preguntásemos por la finalidad de esta prohibición, tendríamos que admitir que es una doble. Por un lado, favorecer que en la mayor medida de lo posible el proceso electoral se desenvuelva con normalidad al evitar los altercados que puedan generarse por el descontrol de personas ebrias; y, además, favorecer en mayor medida la idoneidad del acto de sufragio de las personas en concreto, debido a que el voto no se emitiría válidamente si el elector se encuentra pasado de copas.

Hay razones para justificar que se trata de una medida legislativa con escasa racionalidad.

La primera es que se formula al margen de la realidad, a partir de un supuesto fáctico cuya validez no está acreditada, ni en su intensidad ni en su extensión. Se parte del supuesto de que los días previos a las elecciones, os peruanos nos lanzaremos a los bares y cantinas a ingerir alcohol hasta perder la conciencia de la importancia del proceso electoral, y la voluntad de conducirnos con responsabilidad el día de la votación, con la consiguiente alteración del normal desenvolvimiento en la misma. Si alguna vez hubo este riesgo, habrá sido en tiempos pasados cuando las formas políticas eran otras, especialmente virulentas, y el electorado era más instintivo que racional.

La segunda es que si fuese verdad que la ciudadanía tendiera a la ebriedad desenfrenada, ese fin de semana de las elecciones, la llamada Ley seca resulta ineficaz, porque esa –supuesta- masa humana ávida de alcohol no es tan torpe como para no hacerse con provisiones suficientes para consumir –incluso más de lo normal por el morbo que genera romper una regla-. Y lo hará en casas particulares o incluso en la misma vía pública, porque el consumo no está prohibido, sino sólo el expendio. Y esto, desde luego, no es admisible, y por el contrario, sirve para comprobar la falsedad del punto de partida: ¿por qué no ha habido disturbios generados por ebrios en las elecciones pasadas? No será por la prohibición misma, sino por la inexistencia del supuesto de hecho del cual parte la norma.

Y la tercera razón es que una tal prohibición legislativa no ayuda a la madurez política de la ciudadanía, pues en el mejor de los casos se fomenta que se hagan o dejen de hacer las cosas, no por propio convencimiento sino por temor a la sanción que conlleva la imposición legislativa. Es claro que no se forma a la gente apelando a miedos y sanciones, sino esforzándose por formarla en el convencimiento propio de su racionalidad.

Es de comunidades políticas maduras, tomar conciencia de la importancia de la elección del grupo que por cinco años se encargará de gestionar el bien común. A fortalecer esa conciencia se ha de dirigir la actuación de los Poderes públicos. La Ley ha de mostrarse como instrumento eficaz en este cometido, de modo que la meta del legislador no ha de ser una ciudadanía que cumple su deber por miedo a la sanción, sino más bien una ciudadanía convencida de la corrección y justicia del deber político.■



Texto del artículo «Ley Seca: racionalidad jurídica y madurez política», del ©Dr. LUIS CASTILLO CÓRDOVA, docente de la Facultad de Derecho de la Universidad de Piura, publicado en El Tiempo el 07-04-2011.

Edición de texto: Francisco Córdova Sánchez